Julián: El Bartolero


Corrían los años 50, años difíciles, cuando un hombre menudo, de carácter firme y a la vez afable y con mucho, mucho sentido del humor, consiguió reunir a un grupo de “mozas” para formar una comparsa y amenizar el Carnaval de Campo de Criptana.
Se dedicaban básicamente a cantar en las esquinas del centro del pueblo unas “coplillas” que él mismo inventaba y que no siempre sentaban bien a todo el mundo.
Esta iniciativa duró unos pocos años, en los que crearon expectación con sus pequeñas actuaciones, pero pronto tuvieron que extinguirlas, ya que las componentes de la comparsa llegaron a tener algunos “problemillas” con sus “novios” por pertenecer a dicha comparsa.

Ya por los años 80, Julián Escribano, criptanense de nacimiento y corazón aunque residente en Madrid, regresaba a su pueblo un poquito antes de Navidad y convocaba anualmente a unas 70 personas  para poner en funcionamiento una versión muy distinta de aquella comparsa de hacía unos años.

En esta ocasión un grupo formado básicamente por mujeres y niñas y acompañado por un grupo de cuerda capitaneado por Alfonso Quintanar confeccionaban disfraces y memorizaban esas “coplillas” que Julián seguía reinventando para formar parte como comparsa de los desfiles organizados por el Ayuntamiento de la localidad.

Por otra parte, Julián, con la colaboración de las personas que siempre habían trabajado con él, se encargaba de organizar y representar el tradicional “Entierro de la Sardina”, en el que se transformaba en un irónico sacerdote que daba la “bendición” al “finado”, acompañado de un particular séquito de dolientes.


El duelo, que tenía lugar durante todo el Miércoles de Ceniza, finalizaba con un recorrido por las principales calles del pueblo y una gran hoguera en la Sierra de los Molinos en la que se asaban gran cantidad de kilos de sardinas y un aperitivo con el que, el Ayuntamiento, a través del grupo dirigido por Julián obsequiaba a todos los asistentes.


Julián, fundó  la Peña “Los Bartoleros” en 1990 con la colaboración de un grupo de incondicionales.
La figura que dio nombre a la Peña, fue el tradicional “BARTOLO”, un muñeco de cartón fijado a un palo que sube y baja al tirar de la cuerdecita que lo sujeta, y los personajes entrañables que se encargaban de venderlo: los Bartoleros.

Estos personajes, que ya fueron caricaturizados por Julián en aquellas coplillas de los años 50, volvieron a la vida en el año 1989, de la mano de éste mismo y su nueva comparsa.

Las canciones que acompañaron a esta representación, han pasado de padres a hijos, formando parte del bagaje cultural de esta peña y convirtiéndose en un himno en todas aquellas reuniones y celebraciones que llevan a cabo.

  
Desde entonces, y de una forma más sistemática, Julián comenzó a comandar la peña “Los Bartoleros” como director artístico, desarrollando las más variadas propuestas para carnaval.
Sus creaciones, dirigidas siempre a divertir al público, consistían en originales disfraces de grupo y la caricaturización de aquellos personajes mas “representativos”, de cada uno de los temas.

  
La Peña “LOS BARTOLEROS”, actualmente, pretende seguir fiel a este estilo, desarrollando un tema a través del humor y utilizando la caricatura como herramienta para amenizar los desfiles de Carnaval.

 Julián pertenece al grupo de personajes entrañables e inimitables del Carnaval de Campo de Criptana.
Creó un estilo muy personal para realizar sus caracterizaciones, casi siempre de personajes “cortitos”, con los que conseguía arrancar sonrisas y aplausos de grandes y pequeños.



 

Julián es y será siempre el alma, el pilar de la  Peña “Los Bartoleros”.  Hombre incansable, tenaz, concienzudo con cada uno de sus empeños.


Para él nuestro cariño, nuestro recuerdo y nuestro más sincero:
BARTOLERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario